martes, 11 de marzo de 2008

De radicales y nacionalistas

Han acabado las elecciones, y aunque no me gustaría hablar de política, voy a dejar que se me vean un poco los colores, porque quiero hablar de algo que creo es injusto.

Este fin de semana fuí a Lleida a votar. Me encantan los días de elecciones, porque en mi familia, votar es sagrado. Es un día festivo para nosotros; hay buen ambiente en casa, discutimos sobre nuestra visión de la política y vamos todos juntos a votar para luego ir a hacer el vermut que coronamos con una comida que mi madre prepara especialmente para ese día.

Desde que tengo 18 años he votado siempre. De hecho, siempre que voy a votar, un escalofrío me recorre la espalda, porque recuerdo a mi abuelo hablándome centenares de veces de sus penurias en la guerra y el no poder votar, así como de la gente que luchó para que yo pueda votar. Y por ellos, que menos, es mi obligación, a la que no pienso fallar nunca. Lo llevo marcado a fuego y muy mal voy a tener que estar para saltarme una mísera elección.

Pero hay espíritus nada democráticos, que para colmo se repiten hasta la saciedad. En mi casa se votan a 3 partidos diferentes (y somos 5 personas), así que somos plurales y tenemos discusiones políticas como todo el mundo. En definitiva respetamos cualquier otra decisión que tomemos, aunque discrepemos. Pero eso no pasa en todos los ámbitos de la sociedad. Estos días me he hartado de leer que la caída de los nacionalistas "radicales" (referiéndose a Esquerra Republicana de Catalunya) es una buena noticia para todos.

Pero vamos a ver, ¿Ésto no es una democracia donde cualquier postura que respete la constitución está dentro de la ley y por tanto, de lo respetable? Porque alguien respete algo que no te gusta en absoluto, no significa que tenga que ser una buena noticia para el país. Lo es, en todo caso, para ti. Me preocupa cuando alguien se alza en adalid de la voz de España, algo muy recurrido en este país, por cierto.

"Pero claro, lo que molesta de ERC es su radicalidad, su extremismo, sus maneras". Sí, es cierto, a veces hablan demasiado, pero pregunto a una persona que vea ésto de forma neutral. Que es peor, decir que "España oprime nuestro país (con cualquier tipo de insulto que hayáis podido escuchar al respecto)" o todo el anticatalanismo desplegado por el PP en estos 4 años a raíz del estatuto de Cataluña? su anticatalanismo llegó a tal punto que Piqué dimitió por todos los agravios que se oyeron en contra de Cataluña (Cataluña no solidaria, extremista, discriminatoria) y cualquier búsqueda en Google os hará encontrar frases de dirigentes del PP tirando mierda sobre Cataluña. Sin contar, que porque Andalucía no le vota, Ana Mato (eurodiputada del PP) se permite decir que los niños andaluces son analfabetos. Y se queda tan ancha.

Hace falta un poco más de objetividad al hablar de política en este país. Hay muchas corrientes que no son nada objetivas (tanto en el lado catalán como en el lado español) y la realidad es que no hay unos malos y unos buenos... la cuestión es que se debe medir a todos por el mismo rasero y dejar al lado las opiniones personales que uno pueda verter. Por lo menos, me alegro enormemente que el PP haya perdido estas elecciones, en gran parte, por Cataluña. No puedes aspirar a gobernar este país criticando, machacando y difamando al segundo territorio más poblado. Espero que hayan aprendido la lección y a partir de ahora, nos respeten como nos merecemos. Cataluña ha hablado. Alto y claro.

Hoy más que nunca, Cataluña es la California española. Y bien orgulloso que me siento de ello.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Wooo!!! Y quien hace de Arno Sisenager!!! Y las vigilantas de la playa... y JoliVú y Melrose Place!!!

Tanto tiempo viviendo al lao y mentero ahora!!!!!

XDDDD